Juegos en vivo: Entretenimiento real en la era de las pantallas

Nuestra búsqueda de nuevos formatos nos ha acercado al fascinante mundo del ocio alternativo y de sus juegos en vivo. Como ya te contamos en artículos anteriores, el factor lúdico es fundamental para introducir al espectador en nuestra historia y conseguir que forme parte de ella. ¿Quieres saber cómo conseguirlo a través de uno de estos eventos?

Juegos en vivo: Entretenimiento real en la era de las pantallas

Nuestra búsqueda de nuevos formatos nos ha acercado al fascinante mundo de los ARG, es decir ocio alternativo y de sus juegos en vivo. Como ya te contamos en artículos anteriores, el factor lúdico es fundamental para introducir al espectador en nuestra historia y conseguir que forme parte de ella. ¿Quieres saber cómo conseguirlo a través de uno de estos eventos?

ARG, ocio alternativo y transmedia

Empecemos desde el principio. Se conoce como ARG u ocio alternativo a todas aquellas posibilidades de entretenimiento que se salen fuera de lo común y que al mismo tiempo promueven un estilo de vida saludable, en especial entre la población más joven. Popularmente, este tipo de ocio se vincula con actividades lúdicas y narrativas, que en muchas ocasiones se enmarcan dentro de la cultura geek. ¿Sabías que incluso contamos con nuestro propio día del orgullo friki el 25 de mayo?

Aquí se engloban a los apasionados de ciertos géneros de la literatura y del cine, las series y el anime, los cómics y los mangas, el cosplay, los juegos de mesa y de rol, e incluso algunos deportes relacionados como el softcombat, el jugger, el airsoft o el paintball.

En los últimos años también han ganado importancia otro tipo de eventos en vivo como los escape rooms, los juegos de rol o los real games. Pero a pesar de su creciente popularidad, muchos todavía no conocen las claves que caracterizan a este tipo de experiencias. Si es tu caso, solo tienes que seguir leyendo para ponerte al día.

¿Qué son los juegos en vivo?

El concepto de juego en vivo es tan amplio como fascinante. Por lo general, supone una experiencia en el mundo real que está compuesta por dos ingredientes principales: juego y narrativa. Dependiendo de cuál de estas dos vertientes sea predominante, así como de otros factores, nos encontraremos con distintos tipos de juegos en vivo.

Lo importante es que todos cuentan con características interactivas y participativas asociadas al juego. De esta forma, son eventos en los que no suele haber espectadores, sino en los que todo se vive en primera persona. Participar en un juego en vivo supone introducirnos dentro de una película o videojuego para convertirnos en sus protagonistas. Sin embargo, aquí podremos adentrarnos en el universo narrativo más allá de una pantalla, ya que el mundo de juego se sitúa en nuestro mundo real. Tendremos acceso a escenarios y pruebas tangibles, así como a personajes reales (actores) con los que podremos interactuar. Gracias a esta inmersión seremos los verdaderos héroes –o villanos– de la historia.

¿A qué tipo de audiencia se dirigen?

Estos juegos suponen eventos en los que puede participar cualquier número de personas, desde un par de amigos hasta miles de jugadores simultáneos. Como ya hemos mencionado, lo importante aquí es que todo el mundo participa activamente tanto en el juego como en la historia.

Aunque comenzaron a estar dirigidos al público más geek, poco a poco han ido consiguiendo popularidad entre todo tipo de jugadores. Como cada evento es diferente y hace hincapié en unas mecánicas distintas, los participantes pueden buscar diferentes tipos de experiencias. Hay quienes asisten a estas partidas porque son auténticos fans de las historias que cuentan, del género del que se nutren o del universo en el que se inspiran. Otros jugadores simplemente buscan una nueva forma de ocio más interactiva, bien sea en su lado más teatral o en la vertiente más lúdica, e incluso hay quienes disfrutan de estos eventos como desafíos de carácter deportivo. 

¿Quién los organiza?

Un evento de estas características puede llegar a ser verdaderamente ambicioso, por lo que se necesita un equipo grande y multidisciplinar. En España son organizados principalmente por empresas y asociaciones especializadas, aunque también están comenzando a integrarse en estrategias transmedia y de comunicación.

Dentro de su organización existe una figura fundamental, la del Director de Juego o Game Master. Estas personas se encargan de controlar todas las cuestiones ludonarrativas de la experiencia en distintos niveles: son autores, productores, directores y árbitros.

En primer lugar, un Game Master crea el concepto de juego y el diseño del mismo, desde su tono hasta sus historias, tramas y personajes. También diseñan las pruebas y acertijos, e inventan nuevas mecánicas y dinámicas, que deben testear antes del evento.

Además de toda la organización logística y de producción, durante la partida deben guiar y acompañar a los jugadores, así como dirigir a los actores y otros miembros de la organización. La meta es conseguir una experiencia integral, inmersiva y coherente, cuyas pruebas sean resueltas de forma justa y correcta, y cuya narrativa llegue a un desenlace interesante para todos los jugadores.

Todo este proceso lúdico es similar a lo que sucede en un videojuego, pero también mucho más complejo. En un videojuego todos estos aspectos se encuentran programados de forma previa en su propio código, pero en la vida real necesitamos personas que controlen la experiencia en directo.

¿Dónde y cuándo pueden realizarse?

Las temáticas de un juego en vivo son tan infinitas como nuestra imaginación. En este sentido, pueden jugarse tanto al aire libre como en espacios interiores, pero estas localizaciones siempre suelen encajar con la ambientación narrativa del juego. Si se trata de una invasión zombie en la época actual, nuestro escenario podría ser cualquier parte de nuestra ciudad. En cambio, si nuestro evento se enmarca en el medievo, la experiencia ganaría valor si podemos realizar el juego dentro de un castillo.

La duración de la experiencia también es muy diversa: desde un par de horas hasta varias semanas de juego ininterrumpido para las producciones más ambiciosas. Es más, el paso del tiempo incluso puede convertirse en una mecánica dentro del propio juego.

En general, es muy importante calibrar una distribución razonable entre el número de jugadores, el espacio y el tiempo de juego. Una partida demasiado corta no podría cumplir con las expectativas de este tipo de experiencias, pero también podríamos llegar al extremo contrario: hacer de nuestro juego una experiencia demasiado agotadora e inabarcable para nuestros participantes.

¿Cómo funcionan?

En este punto es muy interesante hablar del concepto de inmersión, que suele ser uno de los objetivos fundamentales de estos eventos. Gracias a la inmersión, somos capaces de olvidarnos de forma consciente de nuestra vida real. Nos escapamos de nuestra rutina para introducirnos en un mundo distinto y novedoso, en el que podemos llegar a empatizar con sus personajes y divertirnos con ello.

Aquí es necesario un pacto entre el jugador y los creadores de la experiencia. Por un lado, el universo de juego debe comportarse de la forma esperada por los jugadores, con una coherencia narrativa que debe estar garantizada por parte de la organización. Las intervenciones de los actores o los decorados de los escenarios son fundamentales para que el jugador se sienta dentro de ese mundo. Además, si la organización reduce al máximo la interfaz del juego –es decir, con los mínimos elementos que nos recuerden que estamos desarrollando una partida–, nuestra sensación de realidad aumentará. Por otro lado, los jugadores también deben comprometerse a respetar esta inmersión y deben hacer un esfuerzo para creerse esa nueva realidad e integrarse en ella.

En cuanto a los factores lúdicos, podemos encontrarnos con todo tipo de desafíos: pruebas físicas, enigmas y acertijos, e incluso interacciones con otros participantes. Por este motivo, aunque existen distintos tipos diferenciados de juegos en vivo, la mayoría de los eventos incluyen mecánicas variadas pertenecientes a distintos formatos. Una misma experiencia podría incluir las típicas pruebas de una gymkhana, junto con la interacción de personajes propia de un juego de rol, dinámicas tecnológicas de VR o de videojuegos, e incluso mecánicas de combate propias de disciplinas deportivas como el softcombat o el airsoft. Incluso podemos hablar de formatos de cine y teatro inmersivos. Como ves, las posibilidades son casi ilimitadas.

Respecto al storytelling, la clave está en que las acciones de los participantes moldearán el resultado narrativo durante el juego, en mayor o menor medida según el evento. Por lo tanto, aunque siempre existen guiones y escenas preestablecidas, el desenlace de la historia no suele estar completamente definido, ya que al tratarse de una experiencia lúdica debe contar con algún componente personalizado e interactivo.

¿Por qué jugar?

La mayor parte de las personas que participan en eventos de juegos en vivo lo hacen para divertirse, como una actividad más dentro de su tiempo de ocio. Sin embargo, los juegos en vivo también conllevan otras numerosas ventajas. Según el tipo de evento, estas partidas favorecen la interacción con otras personas, fomentan la empatía, aumentan nuestra adrenalina, reducen el estrés, suponen un ejercicio físico o mental, y mejoran nuestro sentido de la orientación o nuestras capacidades creativas y artísticas. Le recomendamos que visite los casinos online mas confiables y pase un buen rato allí junto con nuestros bonos.

Por todos estos beneficios, los juegos en vivo también se vinculan con las dinámicas de team building. Aunque en muchos de ellos puedes jugar de manera individual, la gran mayoría cuenta con distintas facciones o grupos que se orientan a un objetivo común. El trabajo en equipo se vuelve indispensable en estos casos, lo que refuerza nuestras relaciones con el resto de participantes. De esta forma, muchas empresas participan en juegos en vivo de manera regular, no solo para divertirse, sino para reforzar las relaciones entre sus trabajadores y mejorar sus resultados.

Conclusiones

Ya conoces todo lo que implica participar en un juego en vivo. ¿Lo más importante? Que cada uno de los jugadores participa de forma activa tanto en la experiencia lúdica como en la historia narrativa. Además, el componente analógico es imprescindible, a pesar de que también puedan integrarse algunas mecánicas tecnológicas.

Puesto que las fronteras entre cada uno de estos juegos son muy difusas, nos reservamos sus características y diferencias para futuras entradas, en las que reflexionaremos sobre algunos ejemplos más concretos. Así que si quieres saber más sobre juegos de rol, escape rooms o ARGs, ¡sigue atento a nuestro blog!

Autor /
Alba Torrebejano

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